¿Me ayudas con mi tarea?

Introducción:
Como ya quedo muy claro que en este blog hago lo que se me de la gana, así como en mi servicio social (por si no había quedado establecido ya), esta vez contaré con la participación especial de un colega y amigo, responde al nombre de Dark Angeluz, estudia en octavo semestre y sabe varios usos alternos para focas bebes. No, no soy yo usando otro alter ego, pero él moviendo sus valiosas influencias dijo quería participar compartiendonos un poco de su amplia sabiduaria, seguro después de que lean lo que escribio, y a pesar de no pertenecer a diseño, se sentiran identificados de alguna forma. Los dejo con el chamaco en cuestión, el cual por cierto y amenazo con seguir colaborando:

Bueno chicos, haciendo una aparición especial por este blog que por cierto está muy chido.
Cuando hablo con chav@s de diferentes semestres de la carrera, he notado que existe en estos un espécimen de alumno común, aquel que siempre pide ayuda pues está muy ocupado con su trabajo, o vive en el drama existencial de su familia disfuncional, o simplemente es un guey para el diseño pues.
A mi siempre me ha parecido que no está mal ayudar a tus compañeros con los trabajos, especialmente si es después retribuido cuando te dejan un trabajo en el que no eres tan bueno, o quizá con una bonita compensación económica :D, pero cuando nada mas te piden ayuda por algún pretexto ñoño como: es que no se, no me sale, no tengo tiempo, mis papás abusan de mi, y ese tipo de cosas, la neta es que te da coraje, pero ahí va uno de guey a ayudarle, o literalmente a hacerle toda su tarea.
Existen varios tipos de encajosos, está el que de verdad solo te pide ayuda, un empujoncito quizá con el photoshop, o que te pregunta como hacer tal o cual cosa en illustrator; pero también está el que primero te hace una consulta, y ya que ve que a ti si te sale, te dice: ¿y si me lo haces todo?, claro, con carita de baboso para causar lástima. Lo peor es que no te puedes negar, bueno si puedes pero vas a quedar como un culero o mamón. Ya que le dices que si, entonces, además de eso, te empiezan a decir cosas como: pero no le pongas mucho brillo, pero no uses negro, pero estaría mejor con esta tipo, etc... ¡Puta madre! ¡Entonces hazlo tu! Además, ni te atrevas a mencionar algo sobre una lanita, ¡NO! Que mala onda, yo te doy ride, o yo te llevo de comer, o yo me bajo por los chescos, en fin, al final te hacen sentir mal a ti por no “ayudarles”.
Otra de las cosas que me caga de estos tip@s es que sacan mejores calificaciones que tu!! Cuando fuiste tu el que hizo el trabajo!! Pero bueno, ni pedo, al fin que tu eres el que aprendes (que excusa tan mamona).
¿A poco no hay al menos uno en cada salón?
Por eso aquí están los 5 puntos de... momento, por un segundo me sentí el mamón de Adal Ramones, bueno, aquí una especie de lista para reconocer y enfrentar a este tipo de seres:

1.- Siempre se quejan de cualquier tarea, nunca tienen tiempo para hacerla. (Diles que tú también tienes que trabajar, y que de hecho no piensas hacer la tarea).

2.- Se sientan junto al que mas le mueve a los programas, o al más pistola del salón. (Llega después que el para que no pueda sentarse junto a ti).

3.- Constantemente te hacen favores sin pedir nada a cambio (ya se cobrarán, así que disfruta de los favores).

4.- En los trabajos en equipo, es el que menos hace, pero también el que más lana aporta. (Encájate con el presupuesto, ni ganas le quedarán de estar en tu equipo).

5.- Finalmente, es el más pendejo en cuanto a diseño, pero también el que se cree el más verga entre los diseñadores (darle el avión ayuda, pero bueno, para que buscarte pedos, ignóralos).

O simplemente, como consejo personal, mandarlos a la chingada es la solución, ¡saludos!