Prologo - Mortalidad.

...Y un buen día la vida, la muy bastarda, te recuerda que esta aquí y no se ha ido.

La vida es una culerada.

Una culerada muy corta.

Pero que no por eso deja de ser una culerada.

Pero no hay duda de algo. Nosotros elegimos como vivirla. Con quien. Pero eso no significa que hagamos las elecciones aduecadas, ni en tiempo, modo o lugar. La vida no tiene la culpa de que hagamos elecciones equivocadas. Que decidamos quedarnos con personas que nos hagan daño. Tampoco tiene la culpa de que nos maltraten, pues ella en ningún momento nos exigio estar de tapates para alguien. Incluso si todo esto pudiera parecer negativo, la vida tampoco tiene la culpa si llegamos a ser felices, eso es porque decidimos hacer algo bien.

Pero no deja de ser una culerada.

- ¿Por qué no dejas de hacer chistes?
- Porque entonces tendría que tomarme la vida en serio. Tendría que aceptar que las cosas pueden salir mal, que no todo tiene un lado amable, o que a la larga podremos considerar divertido, que la gente que quiero puede salir lastimada o algo peor. Y eso es algo que no quiero.

1 Alabanzas desproporcionadas:

  Morido

24 de mayo de 2009, 10:01 a.m.

Osom!
O.ó llevo mucho tiempo pensando cosas parecidas...
interesante.
Mucho ánimo, señor brillantoso