Hoy, otro titulo con “h”

Hoy no había posteado nada, en parte porque me pase gran parte de la mañana viendo videos de David Bowie (cosa que hace mucho no hacía, se los juro) y porque había decidido dejar de lado toda mi desidia y ponerme al fin a hacer mi tarea, lo cual intente como por veinte minutos antes de ponerme a leer blogs de amigos, conocidos y demás geeks (no en serio, esto comienza a asustarme, muchos de los que leí, a pesar de ser personas que no conozco, comentaban cosas que yo comento o visitan paginas que yo visito, creo que la teoría que tenía con La Señorita Zanahoria, quien no tiene ningún parentesco con Britney o Beyonce únicamente con Shakira, de que los geeks dominaran el mundo es cierta, no se ustedes, pero Sudáfrica me late como para Provincia Brillante), que como casi todo lo que ocurre en mi vida me ha motivado a escribir un articulo serio al respecto (a pesar de mis promesas a Master de que dejaría la literatura por un rato y me concentraría en el proyecto final que tenemos).
Pero, hoy no lo escribiré, porque ya casi esta la comida y me parece que mi coordinador no quiere saber nada de mi por un tiempo después de mi tan generosa carga de artículos que mande, lo que significa que al final si hice mi tarea. Para los que estudian conmigo esto no los ha de sorprender, pero he vuelto a utilizar los espacios en blanco.
Cuando recién había entrado a diseño tenía un estilo, tanto para ilustrar como para el diseño en general, muy minimalista, dejando mucho aire alrededor y concentrándome solo en lo básico, pero después y debido a malas experiencias (a.k.a mi maestro de técnicas de representación) tuve que ir modificándolo para adecuarme a eso tan misterioso que esperan los maestros.
Fue tanto mi shock que luego me vi utilizando cantidades obscena de capaz de color, saturando todo. Es algo difícil de explicar, pero en algún punto tenía que ver con mi afición al arte pop y al caos. Todo esto es conocido como el estilo Señor Lado Brillante por los demás de deus. Aunque de hecho cada uno tiene su estilo y entre nosotros bromeamos diciendo que para nuestros próximos proyectos utilizaremos el estilo de otro.
El punto aquí es que a pesar de que volví a trabajar con mucho blanco (es una pagina web sobre el gran, haciendo énfasis en “gran”, fotógrafo Antón Corbijn) no es algo necesariamente bueno. En teoría en diseño deberíamos hacer lo que vaya acorde con el proyecto no lo que nos dicten nuestros gustos, pero es exacto ahí donde reside el problema de esta carrera, todo es tan subjetivo. También entran los debates sobre si es arte o no, que solo hace más espeso el debate.
Mi entonces maestro de primer semestre tenía cierto fetichismo porque toda la superficie a trabajar tuviera algo de color, cuando intente hacer un trabajo basado en ilustraciones de arte pop el no entendía el porque de que una lata de sopa estuviera sola sin un paisaje de fondo, de hecho no sabía siquiera quien había sido Warhol ¬¬, claro que no todos los maestros (afortunadamente) son así.
¿Entonces? Todo queda en la pura subjetivad y en la suerte de aquel a quien se le este exponiendo un trabajo cuente con el bagaje cultural necesario para entenderle, y no estoy hablando de hacer todo en base a líneas áureas o ilustraciones del medioevo.
No hay duda que es cosa difícil, claro que el diseño es complicado, pero no es lo más duro de este mundo, eso déjenselo a alumnos de medicina que tienen que pasar su tiempo en hospitales a mando de médicos de planta odiosos y prepotentes, déjenselo a alumnos de literatura que les toco vivir en un país principalmente analfabeta, déjenselo a alumnos de comunicación que tienen que convivir con otros alumnos de comunicación.
Bueno, es tarde y tengo que comer, los dejo con la este axioma que encontré en uno de los blogs que estuve leyendo, es la pura verdad. Y no, el diseño no es arte.


1 Alabanzas desproporcionadas:

  Aztecas UDLA

13 de abril de 2007, 10:45 p.m.

Se agradecen los comentarios en mi blog. Este colectiblog también está bastante interesante.

Y sí, coincido enteramente: es difícil ser comunicólogo conviviendo con comunicólogos.