Me encanta ser tan obvio con mis títulos.
Ustedes no lo saben, pues seguramente piensan que soy un geek medio invalido que se la vive frente a la computadora sobreviviendo de galletas de animalito y te de limón en polvo cuyo mayor entretenimiento, y satisfacción, es bajar episodios de meteoro, fuerza g y astroboy en p2p, mientras consulto obsesivamente el contador de visitas de este lindo blog, pero yo soy una persona disfuncionalmente ocupada, valga el termino, soy diseñador, lo cual significa que la mayor parte de mi trabajo consiste en planear algo que terminaré transfiriendo a la computadora, para ser impreso la noche anterior a mi entrega (eso siendo optimistas, porque he descubierto las virtudes de levantarse temprano y faltar a la primera clase con tal de entregar la tarea), por lo que como ya dije, mucho tiempo se me va pensando en que podre hacer o en caso de ya tener una idea en que le puedo modificar, porque siendo honestos, cada vez que tienes la idea que según tu te dará ese anhelado diez, solo logras que te entre la paranoia cuando te das cuenta que puede que no sea tan buena, dándole vueltas por días, así que si ya se que va a pasar, no hay porque perder el tiempo desde el principio haciendo ideas que no voy a entregar.
Todo esto viene a la razón de que a veces tengo gran cantidad de tiempos muertos que deberían (enfatizo "deberían") servirme para planear (perdón, esto se esta volviendo repetitivo), pero como lo mío no es quedarme sentado debajo del árbol esperando la mítica manzana de la creatividad aprovecho ese tiempo en distintas actividades, cualquiera que haya leído dos entradas de este blog ya sabrá de mis colaboraciones en el periódico, también a veces la hago de editor para los artículos de mi hermano y de otro amigo que colabora en el periódico, de igual forma practico una hora de natación al día, mas que nada porque me encanta nadar, nunca he sido (y espero nunca serlo) de esas personas que viven con la paranoia en los huesos (literalmente) sobre mantener su cuerpo en forma y preparado para la vejez, de eso me preocupare cuando no pueda levantarme a orinar solo.
Igual soy melómano de tiempo completo, cada vez que puedo estoy escuchando música, viendo dvd's musicales o leyendo sobre música, una amiga decía que yo veía a la, adivinaron, música con un aproximamiento científico.
También dedico algún tiempo a leer, actualmente es en promedio una hora al día repartido entre revistas, comics o libros (el internet no entra ahí por diversas razones que me parece ya haber explicado levemente en un post pasado), pero cuando cursaba el primer año de la carrera era dos en promedio, pudiendo llegar hasta a ocho en fin de semana.
Curiosamente con mi ingreso al periódico deje de hacerlo, probablemente por querer concentrarme en exponer mis ideas tan puras como se pudiera sin la influencia de quienes admiro (que de todas maneras hacía, pues nunca he pensado en tomar un curso en forma sobre escritura y probablemente nunca lo haga), pero debido a varios sucesos mas o menos recientes me vi en la disposición de hacerlo de nuevo, aparte de que me gusta mucho y como diseñador siempre se tiene que esta buscando nuevos horizontes para las ideas.
A pesar de esto todavía tengo gran cantidad de libros atrasados en la lista de lecturas, la pongo por si alguno quizás la haya leído y pudiera compartir un comentario de porque debo dejar de leer la algarabía para internarme definitivamente en dichas hojas, si de plano debo dejarlo postergado en la lista o para que tal vez alguno le nazca la inquietud de leerlos también:
Frankenstein (o el moderno Prometeo) de Mary Wollstonecraft Shelley: Cuando entre a la carrera me dio por leer clásicos de ciencia ficción, en parte porque nunca había sido alguien apegado o informado al acontecer literario actual (pues si no es un libro de Harry Potter las noticias no lo toman en cuenta), pero este siempre por alguna razón se me escapaba, a finales de año, en una de las pocas incursiones productivas a la librería porrua (y probablemente alterado por esas dos tazas de expresso), tuve la impulsión de comprarlo pues una conocida me había jurado que me encantaría. Hasta el día de hoy no he tocado una sola página, lo cual me apena, pero por el momento lo tiene Carrot, pues algo que suelo hacer es prestarle los libros o discos que compro antes o después de que yo los haya probado. Dice que le gusto y eso es motivarte. Será en vacaciones.
El Viento en la Luna de Antonio Muñoz Molina: Lo compre unos días antes del anterior libro, salí de Liverpool y me fui derechito al sanborns a comenzar con la lectura en compañía de un café y un pay de queso, termine el primer capitulo y no lo he vuelto a tocar, lo que había logrado leer me pareció bueno e inclusive me gusto, un tipo de narración cercana a la ciencia ficción con un lenguaje juvenil, pero no se porque razón no lo continúe, puede ser un análogo literario de esas cosas que sabes que vas a disfrutar, pero sin embargo no realizas, como llamarle a un viejo amigo o taparte cuando estas medio dormido y tienes mucho frio. También lo tiene Carrot, dice que esta extraño, pero bueno.
El Tambor de Hojalata de Gunter Grass: Este lo conocí hace siete años en un articulo del escritor Xavier Velasco cuando todavía colaboraba en Switch. Mi maestro de comunicación escrita jura que llevo un año leyéndolo, lo cierto es que tiene conmigo casi dos meses, me lo encontré casi por accidente en un sanborns cuando buscaba un libro de Saramago (Todos los nombres), de igual forma termine el primer capitulo, es realmente bueno, lo único que me ha impedido continuar es el tiempo (curioso tema del cual también trata) pues es un libro bastante largo (setecientas hojas) por lo cual al estarlo leyendo de a poquitos, como lo estaba haciendo, no lograba un efecto total, como paso cuando leí la novela de igual longitud de Salman Rushdie, los Versos Satánicos, tendré que esperar a vacaciones para terminarla con las menores interrupciones posibles. Su argumento trata de un niño que en su tercer cumpleaños recibe su primer tambor del hojalata y es cuando toma la determinación de ya no crecer, cuando supe eso me volví fan.
Las Pequeñas Memorias de José Saramago: Llegue a la mitad, pero en eso tuvimos el proyecto de Zootira y al terminar me vi de regreso en Farenheit 451, como en casi todas las lecturas del autor y para los que no estén acostumbrados, su uso de frases largas, así como de un ritmo peculiar, se puede sentir extraño, pero después de unas hojas ni se siente. Obviamente es un libro intimo, que permite conocer como de padres plenamente analfabetas, pudo surgir un portento de las letras. No hay de otra, si se es fan de Saramago es una lectura obligada. Y como menciono el propio autor en una entrevista a la Rolling Stone hace cuatro años, "después de la infancia no hay nada que me interese contar de mi vida".
El Evangelio según Jesucristo de José Saramago: Para bien o para mal este es el libro por el cual muchos conocen al portugués, siendo la razón de su auto exilio de su patria. Espero no ser el único al que a veces le pase que no se siente capaz de terminar un libro, y es que cuando lo comencé a leer, ya casi va para un año, por más que me esforzaba las palabras simplemente no significaban tanto para mi como me lo esperaba, de hecho difícilmente me produjeron algo, en parte porque me encontraba atravesando por lo que Carrot llama el momento Confortably Numb, en estas vacaciones espero poder leerlo con calma y así poder apreciar toda la magnitud de la obra, pues aunque podría pasar, realmente no creo que el libro tenga algo de malo y esa falta de impacto solo se debía a mi.
El Quijote de Cervantes: Otro libro para el que no estaba listo cuando lo compre, y probablemente nunca me encuentra totalmente preparado, de vez en cuando leo un par de hojas solo para pasar días intentando entender en su totalidad la obra, no llevo más de cincuenta hojas, pero no hay prisa por terminarlo, cuando deba estar, estará. Digo, sobrevivió 400 años sin que yo me fijara en el, no entiendo porque no habrían de pasar otros 400 así.
La Momia de Anne Rice: Este se lo regale a Master hace casi un año, en ese entonces yo me compre una novela grafica de Hulk, una vez lo olvido en mi casa y leí el primer capitulo, me pareció entretenido, y hasta hace poco me lo presto para terminarlo, no lo he hecho porque al principio una compañera me bajo un poco los ánimos con la obra cuando me dijo en tono despectivo que ella nunca leería algo esa autora, me parece que como muchos lectores considera a los best sellers como entretenimiento superfluo para masas, pero supongo que no tengo derecho a ofenderme después de mis claras opiniones hacía los libros del maguito sonric's y la obra de Poniatowska, no lo he vuelto a agarrar por falta de tiempo y porque me dedique a otros libros, pero un día que quiera pasármela bien sin intricados juegos de palabras lo terminaré.
El Papa de Hitler John Cornwell: Lo siento, pero El Sr. Lado Brillante es un chico de ciencia ficción, es lo que más me gusta y lo que generalmente leo más rápido, la novela histórica no siempre va conmigo, es un libro denso, cierto, es bueno, también, me van a quemar en mi escuela cuando comience a citarlo, desde luego. No seguí con el porque, cuanta pena admitirlo, estaba avanzando muy lento, pero es una deuda que tengo el terminarlo. Por cierto, me lo regalo mi amiga Candy después de que comente que llevaba años buscándolo y nunca lo había encontrado, es un amor, solo por eso ella se va a ir al cielo y yo no.
La búsqueda de Archelon de Homero Aridjis: Originalmente yo iba a sanborns por unos comics y algún disco o dvd (ya estoy a punto de volver a robar la de crédito de mi mamá para comprar el concierto de los White Stripes), pero recorriendo la mirada rápidamente me encontré con este librito, no recuerdo bien a quien se lo había oído nombrar, pero esa no es toda la historia, hace tiempo cuando todavía contaba con alguien que editara personalmente mis artículos surgió la idea de escribir una serie de cuentos o relatos cortos, uno de ellos contaba con una trama que ligeramente se parecía a este libro (el cual trata sobre unas tortugas a punto de la extinción que se unen para buscar a su ancestro en común, tortuga del mismo nombre que el libro), tanto como el Evangelio según Jesucristo se parece a los verdaderos evangelios, sin embargo razones (no se si llamarlas personales, aunque de hecho no fue decisión propiamente mía) han hecho que finalmente yo sea quien edite mis artículos, por lo cual el proyecto de los cuentos esta en stand by, comencé unas hojas, pero preferí dejarlo para leerlo de corrido, y averiguar que tanto se parece a lo que había pensado para mi cuento.
Cien años de soledad de Gabriel García Márquez: Como tantos libros, este lo comencé a leer en la prepa, pero no pude terminarlo porque ya salía de ella, en la misma expedición que mencionaba con el libro anterior fue cuando vi la edición de aniversario (de la cual Dark Angeluz ya había mencionado en un comentario), el material adicional amenaza con ser un placer y en si, ¿qué se puede decir de la obra que se encargo de poner el boom latino de moda hace treinta años? De verdad necesito vacaciones.
La supremacía de los Abismos de José María Pérez: Fue uno de mis regalos de cumpleaños y es con lo que me estuve entreteniendo el fin de semana, me falta la mitad, y desde In Cold Blood no había leído una narración periodística (aunque el libro de Capote sea propiamente una novela periodística y los escritos de Pérez, ensayos periodísticos). A pesar de algunos lugares comunes que toca el libro, su forma de narrar lo hace bastante bueno. Quiero más regalos así.
Bueno esa fue la lista, que no incluyen aquellos que he sacado de la biblioteca y no he terminado, que fácilmente son el doble de los aquí incluidos, y como todo buen geek solo he llegado a la conclusión de que necesito una vida extra para poder leer todo lo que quiero.